lunes, 18 de marzo de 2013

DON CHEBO




Don Eusebio Ibarra, un hombre acaudalado y muy reconocido que vivió en Quetzaltenango. 

Entre sus propiedades que aún se conocen está una edificación que hizo para un teatro llamado Ibarra; debido a que no funcionó la convirtió en su casa, ahora es la prisión de mujeres. 

La Policía Nacional Civil ocupa otra de sus viviendas.

El historiador Horacio Cabezas dice que fue una figurada creada, a principios del siglo XX, para ridiculizar a Eusebio Ibarra, quien a pesar de ser adinerado era ingenuo; de ahí surgen los chascarrillos. 

En la ciudad altense se dice que su apelativo se originó porque éste heredó en vida todas sus propiedades a sus tres hijos. Al preguntarle la razón, simplemente respondía: “Por Chebo”.

El historiador e investigador quetzalteco Francisco Cajas Ovando lo describe como un hombre de 1.70 metros, aproximadamente, complexión delgada y con mucha clase.

Siempre vestía traje de casimir y sombrero. Usaba un bigote propio de su época.
La inscripción en su tumba, en el cementerio de Quetzaltenango, es difícil de leer, pero todos saben que ahí descansan los restos de Don Chebo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario